Bueno, aquí estoy sentada escribiendo luego de muchos meses sin hacerlo para este espacio, mi querido y adorado blog Colorful Disaster. Estaba en duda (no por nada en particular) en si escribir esta publicación o no, pero definitivo si hay un año que merece que yo le escriba una carta es el 2020.
Definitivamente este 2020 me enseñó en cantidad, pero una de las cosas que más aprecio haber aprendido este pasado año, fue a CREER EN MÍ. Y quizás puede parecer un cliché, o algo que dice todo el mundo, pero este año, sí que sí y les contaré porqué. El año 2020 comenzó como cualquier otro año, jamás nadie pensaría todo lo que nos tocaría vivir meses después y que se extendería hasta el 2021. Los terremotos, la pandemia que nos obligó a estar guardados por mucho tiempo, la distancia con nuestras familias, la nueva normalidad de vivir con una mascarilla pegada a nuestro rostro siempre que queremos salir. Sin duda fue un año atípico en todos los sentidos, pero sé que nos enseñó tanto, y todo lo aprendido nos ha hecho más fuertes y resilientes. A valorar más lo que tenemos y a quiénes tenemos a nuestro lado, a cuidar nuestra salud y estar más presente de manera espiritual con los demás y con nosotros mismos.
Retomándome un poco al mes de marzo 2020 en particular, que fue el momento en el que todo esto comenzó. Yo estaba de de vacaciones en crucero, justo desde la semana antes del “lockdown” el 15 de marzo, y veíamos todas las noticias de Estados Unidos hablando de la situación y las medidas que estarían tomando. Recuerdo como el día de hoy, estar llegando a Puerto Rico un 13 de marzo, con un poco de incertidumbre de si podríamos entrar o no, y unas horas después nos confirmaron que sí. Nos bajamos más rápido que ligero, jajaja por nada del mundo queríamos quedarnos ahí, y todos teníamos que volver a trabajar el lunes 15. Lo que no esperábamos era, que justo el domingo 14 de marzo la gobernadora en aquel momento Wanda Vázquez anunciara un “lockdown” en la isla. Todo cerrado, trabajos remotos quiénes podían, toque de queda para permanecer en nuestras casas en la noche, en fin ya ustedes saben la historia (si son de Puerto Rico).
En ese momento yo tenía mi trabajo full-time en una agencia de publicidad (como Directora de Arte) así que como muchos, desde el 15 de marzo me quedé trabajando remoto desde mi casa. Siendo 100% honesta con ustedes como lo soy siempre, en ese mes de marzo yo no sentía ningún tipo de motivación para crear contenido para las redes de Colorful Disaster, pues no sentía que realmente podría aportar algo. En ese momento para mí eran más importante otras cosas en mi vida, y la de mi familia, y genuinamente no tenía mente para eso.
El proceso de trabajar desde mi casa 9-6 (en mi full-time) me permitió poder trabajar en mi “side hustle” porque estaba en casa, así que a las 6:00pm cuando terminaba de trabajar, me conectaba en mi computadora personal a trabajar en mis proyectos. Esa dinámica me permitió por varios meses, poder trabajar proyectos de “branding” con clientes y darle mucha más atención a las redes de mi “side hustle” como les mencionaba. Yo amo diseñar y amo el “branding”, es una de las cosas que más me apasiona en la vida, así que ya podrán saber la felicidad que sentía de poder hacer lo que tanto amo, en mis noches y también mis fines de semana. Pasaron los meses (seguía en mi full-time), y más clientes llegaban a mí para trabajar sus marcas, y yo ya se imaginarán bailando de la alegría. ¡Y llegó agosto!, el mes que lo cambió todo. El mes en el que tomé la decisión firme y rotunda, de renunciar a mi trabajo para dedicarme 100% a mi estudio de diseño, que era mi sueño.
Y no, si estás pensando si lo hice algarete, claro que no jajaja, yo lo que hago lo hago bien y me planifico, ya ustedes saben cómo soy con el tema de la organización y todo eso. Luego de conversarlo con mi esposo, de organizarme, de estar clara y segura que tendría trabajo por lo menos hasta diciembre y podría cubrirme, lo hice.
Luego de 10 años trabajando en la industria de la publicidad y el diseño, tomé la decisión de hacer un cambio en mi vida, de creer en mí, de hacer realidad mi sueño, lo que tanto quise siempre. Para mi esos 10 años fueron mi gran escuela (luego de la universidad), que sin duda me enseñaron demasiado, y agradezco infinitamente a todos los que me apoyaron, los que fueron parte de mi equipo y creyeron en mi, gané no solo compañeros de trabajo, sino amigos que al día de hoy sigo teniendo comunicación diaria con ellos(as).Fue una completamente una aventura, la industria de la publicidad es fascinante, muy dinámica y rápida, tienes que estar siempre al día de todo e innovar en todo lo que hagas. En esos 10 años tuve la oportunidad de trabajar con marcas increíbles, marcas que yo sé que muchas personas sueñan con trabajar, para mí fue un privilegio, y todo me lo llevo en el corazón como los mejores recuerdos. No puedo dejar de mencionar, que aunque sí fue una decisión firma y yo estaba clara de que era lo que quería, no fue fácil despedirme de mi equipo y de mis compañeros de trabajo. El saber que no podría despedirme con un abrazo fuerte, porque todos en ese momento estábamos trabajando desde nuestras casas, así que definitivamente fue un momento triste para mi al no poder tener ese momento con ellos, porque los quiero y los aprecio a todos y eso siempre hace falta.
Así pasó, el 14 de agosto de 2020 me despedí de todo eso, para trabajar para mí, para construir mi nuevo futuro y no les miento o no exagero cuando les digo que ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida. BTW, no puedo dejar de mencionar que mi bello esposo que compró un bizcocho para celebrar los nuevos comienzos y la nueva aventura de trabajar para mí. 💛
Esta decisión me ha cambiado demasiado y no puedo dejar de mencionar que vivo agradecida infinitamente (literal, hasta el infinito) por todas las personas que han creído en mí y que me han apoyado como clientes en mi estudio (@huecodestudio). Sin esas personas yo no hubiera podido tomar esa decisión y hacer el cambio, porque quizás no hubiera sido real. Sin clientes jamás lo hubiera logrado, sin esas personas que llegaban del cielo (porque así yo lo sentía) todos los días preguntando por mis servicios y diciéndome que querían que fuera yo quien creara o le diera un “refresh” a la imagen de sus marcas. No tiene idea de cómo esos mensaje me llenaban el corazón y de verdad sentía esperanza de que ese 14 de agosto si pudiera llegar, gracias a esas personas es que lo pude lograr y lo agradezco todas las mañanas al despertar.
No piensen que cuando tomé la decisión no sentí miedo, inseguridad, incertidumbre, y mil cosas más porque claro que lo sentí y es normal, es parte de los procesos. Pero realmente algo muy, muy dentro de mí, esa vocecita me decía “solo confía, confía en ti, en tu talento, en tu potencial, confía en que sí lo podrás hacer”. Y les aseguro, que gracias a eso fue que pude y claro al apoyo de mi querido esposo, que nunca tiene un NO para mí, sin su apoyo no creo que todo esto hubiera sido lo mismo. Así que yo soy de esas personas que aunque piensa que el 2020 si ha sido fuerte (porque sí lo ha sido, eso no lo quita nadie) también ha sido un año que por las cosas que hemos pasado nos ha llenado más de fuerza, de confianza, de seguridad, de creatividad porque tanto tiempo encerrados sin duda esa creatividad sale y se manifiesta.
Yo tomé en mis manos la decisión de cambiar un año no tan bueno, por el mejor año para mí, para mi crecimiento profesional y personal. Yo sé que es fácil decirlo, pero no podemos simplemente ver lo que pasa en frente de nuestras narices y quedarnos parados sin hacer nada. Tenemos que movernos, tenemos que evolucionar, tenemos que buscar la salida o la solución a las cosas. En mi caso fue el cambio de renunciar para hacer lo que amo hacer. Pero sea cual sea tu situación, no puedes solo echarte para atrás y esperar a que las cosas pasen, a que las cosas lleguen a ti, así no es la vida (a menos que tengas la suerte del mas allá).
Por esa razón es que por meses he estado menos activa en Colorful Disaster, porque mi vida cambió, ya no trabajo para otro, ahora trabajo para mí. Así que en ahora tengo mi propio negocio y es a lo que estoy dedicando todo mi tiempo y energías. Tengo que decir que la comunidad que he construido durante estos meses en las redes de mi estudio es un bendición, literalmente es todo lo que una persona quisiera tener en sus redes. Personas tan lindas, que están ahí conectadas conmigo todo el tiempo, que son bien vocales y activas, que comentan, comparten, bueno en fin. Son un grupo de mujeres (porque mi negocio se dirige a mujeres emprendedoras) que adoro con el alma y vivo agradecida de tenerlas conmigo. No quiere decir que Colorful Disaster va a dejar de existir, para nada. Pero la realidad es que estos meses y los que vienen son cruciales para seguir creciendo mi negocio, así que mi tiempo seguirá estando ahí. Pero, espero volver a estar un poco más sobre todo por el feed para seguir conectando con ustedes.
Hoy ya en el 2021, no quería dejar de escribir esto, además de para compartir mi experiencia con ustedes también para que sepan que lo que puede parecer “malo” si lo miramos con otros ojos y hacemos algunos ajustes puede convertirse en algo demasiado bueno y de gran bendición para nuestras vidas.
Crean en ustedes sin importar qué, no tengan miedo en hacer lo que aman y perseguir ese sueño que tanto anhelan. Literalmente eso fue lo que yo hice, y los meses de cuarentena fueron los que me prepararon para atreverme y tomar la decisión. No vivan del “y si no funciona”, mejor vivan del “va a funcionar”, el que no intenta nunca sabrá si funcionará o no, just do it!
¡Llegaste al final! OMG, lo sé, está publicación ha sido una de las más largas que he escrito, pero es algo muy personal que quería compartir con ustedes. Quisiera seguir la conversación con ustedes a través de las redes sociales, así que en confianza quisiera saber un poco sobre ustedes y su 2020, me pueden escribir a @c0lorfuldisaster en Instagram, comentando en la publicación de este blog post. Gracias por tanto cariño siempre, y a pesar de que no hemos estado muy conectadas ustedes nos siguen escribiendo por DM y lo apreciemos mucho.
