Cuando se trata de productos para las cejas, yo soy la primera en fila para descubrirlos. Les cuento un poco de mi historia para que entiendan mi dilema. En el pasado nunca me atreví a sacarme las cejas yo misma por miedo a dañármelas (tonta que soy) y prefería ir a algún lugar a que lo hicieran por mi. En muchas de esas visitas que hice a lugares donde dicen haber expertos, tuve varios momentos de frustración porque me las dañaban una y otra vez, eran pocas las veces que lo hacían correctamente. Ya desesperada encontré un lugar en donde si logré tener suerte, iba fielmente cada dos semanas a sacarme las cejas (al hilo) era mi técnica favorita en ese momento y las cejas me duraban un montón. Ella me ayudó a tener paciencia y dejar que el tiempo pasara sin sentir ansiedad de verme las cejas feas, porque como sabemos todo es un proceso y más cuando lo que me habían hecho en el pasado era espantoso. Uno de los días sentada con ella trabajando en mis cejas, ella me dice “Wow, tus cejas son un reto” eso me dejó pensando y obviamente no pude contener las ganas de preguntarle el porqué.
