¡Tiempo! Que mucha dificultad nos causa mantener el balance del tiempo. En ocasiones culpamos el trabajo, el tráfico, la escuela de los niños, entre otras. Pero si les digo que esta comprobado que podemos tener tiempo para todo ¿Me creerán? Aun en la biblia nos dice “Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1). La estrategia de poder tener tiempo para todo reside en la forma que nos organizamos y en lo que valoramos; es decir valorar en donde ocupamos el tiempo. Probablemente en algún momento de su vida pudo haber escuchado la palabra minimalismo. El minimalismo es una tendencia que nos lleva a reducir nuestra vida a lo esencial. Esto incluye lo profesional, lo económico, lo artístico y por supuesto en nuestro estilo de vida. Partiendo de este concepto me gustaría brindarte algunas estrategias que personalmente aplico para mantener mi tiempo suficientemente balanceado permitiendo tener una vida lo más saludable posible con lo esencial.
Tiempo bien invertido
Cuando dedicamos tiempo prolongado en algo es porque verdaderamente lo valoramos. No obstante, reconozco que no necesariamente es igual para todos. Algo que hemos encontrado en las intervenciones psicoterapéuticas al momento de manejar situaciones de estrés y ansiedad es llevar al paciente a reflexionar si el tiempo que le dedica a X o Y tarea, situación o pensamiento que le causa estrés es de valor para su vida. Generalmente terminan diciendo que no lo es. ¡Ahora! ¿Cómo podemos determinar si es de valor para nosotros/as? Una de las estrategias es ver cual es el impacto que ocasiona en nuestra vida. Por ejemplo: Si valoro la idea de viajar el mundo, pero no realizo plan de ahorros y gasto mi dinero en otras cosas eso me lleva a evaluar y hacer ajustes en nuestro estilo de vida para lograr aquello que valoramos. Reflexiona en que inviertes tu tiempo y comienza a llevar a cabo aquello que verdaderamente valoras. En lo personal yo valoro mucho el tiempo de ejercitarme, así que cuando estoy en el gimnasio apago toda distracción y me enfoco en eso que me gusta hacer. Uno de los beneficios de hacer aquello que verdaderamente valoramos es que nos ayuda a cumplir nuestra visión de vida, y a enfocarnos en nuestras metas. ¡Inténtalo! En una libreta o journal anota estas preguntas y reflexiona:
Ejemplo:
¿El tiempo que invierto en ver Facebook me ayuda a estudiar?
¿Ver Facebook más de 1h aporta a mi visión y meta que quiero lograr?
¿Es tan importante para mi que necesito ocupar mi tiempo en esto que hago?
Anota, reflexiona y decide. Entonces conocerás donde realmente están tus valores.
Identifica las distracciones
Si ya reflexionaste en el tiempo que inviertes y descubriste que realmente valoras, es momento de echar fuera toda distracción. Si optamos por conocer en esencia que significa distracción viene del verbo y acción de “distraer” y el mismo se refiere a entretener o apartar la atención de aquello que necesita ser aplicada. Es decir que todo lo que impida que lleves a cabo una acción es sencillamente una distracción. Seamos honestos/as ¿Cuántas veces tomamos el celular para ver nuestras redes sociales? Según el New York Post cada 12 minutos revisamos nuestro celular lo que significa que sobre 80 veces al día estamos en nuestros teléfonos. En otros estudios indican que sobre 150 veces al día estamos en el celular y aproximadamente 5 horas diarias son dedicadas al mismo. Lo que hace que el ser humano desarrolle un grado de ansiedad por separación a este equipo electrónico. Contemplando estas estadísticas está comprobado que el tiempo que le dedicamos a nuestro celular ya sea revisando el correo electrónico, los mensajes de texto, las redes sociales entre otras nos distraen de hacer aquello que necesitamos hacer. Partiendo de eso, una recomendación es que te desconectes de las distracciones y concentrarse en aquello que queremos hacer. Evitemos decir que el tiempo no nos da; más bien invirtamos el tiempo adecuadamente, evalúa cuanto tiempo dedicas en las distracciones y has un cambio. En la comunidad minimalista muchos evitamos dedicar tanto tiempo al celular. Hay personas que tienen alarmas inclusive para ayudarlos a desconectarse de las redes. Yo en lo personal utilizo mucho “airplane mode” para evitar distraerme con las notificaciones del celular y así trabajar más consciente en mis tareas; en especial cuando tengo que redactar ya sea en la oficina o en la casa.
Desarrolla tu propia estrategia y veras lo bien que te sentirás al ver lo conectada/o que estas con el presente.
Metas reales, cero expectativas
Los que me siguen saben mi pasión por la vida saludable y la espiritualidad. Intento mantener una rutina lo más realista y accesible posible. Muchas personas establecen metas llenas de falsas expectativas. Quieren aprender a meditar 1 hora, hacer ejercicios 5 veces a la semana con un trabajo full time y mas las tareas del hogar. Algo que me ha resultado es aceptar mi situación actual y hasta donde puedo llegar. Hay semanas que puedo ir 3 o 4 días al gimnasio, hay semanas que ni el yoga puedo hacer en mi hogar. Hay mañanas que son mas relajadas y puedo tener mis 10 minutos de meditación, pero hay mañanas que solo el podcast en la radio durante el tapón es mi salvación. Seamos honestas/os y organicemos nuestro tiempo de acuerdo a lo que podemos hacer. Intenta todas las mañanas levantarte un poco mas temprano, toma tu desayuno y no veas las redes tan rápido. Si eres de los/as que quieren desarrollar una vida de meditación y vivir lo mas relajadas/os posible comienza por dedicar 3 a 5 minutos en la meditación. Existen muchas apps como Headspace, Calm o Let´s Meditate que tienen meditaciones guiadas que pueden servir de gran ayuda. No comiences buscando meditar 1 hora cuando nunca lo has practicado, comienza por 3 a 5 minutos. De la misma forma lo puedes aplicar en otras metas que quieras lograr ya sean en el ejercicio, los ahorros, la lectura, entre otras.
Recuerden que la base de vivir una vida saludable está en las intenciones y la visión de vida que queremos tener. Una vida con lo esencialmente saludable nos ayuda a obtener balance y vivir lo más relajados posible.
Hasta la próxima
Xo, Mer
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